Este proyecto parte de un acercamiento a la arquitectura vernácula y de autoconstrucción en la ciudad de Río de Janeiro. En especial el modo en que este tipo de prácticas arquitectónicas han absorbido durante décadas, distintos elementos generados desde una arquitectura “profesional” y ligada a los planteamientos formales de la arquitectura moderna brasilera. Las emblemáticas columnas del palacio de la Alborada en Brasilia, la insistencia en el uso de rampas y todo tipo de plataformas suspendidas de concreto, los techos borboleta (mariposa, en portugués), las celosías de concreto o las columnas en “V”, por solo citar algunos elementos, pasan de un contexto monumental a todo tipo de variantes domésticas, donde dichos elementos se interpretan con la libertad de quien edifica; configurando complejas versiones alternas de lo que ha hecho tan distinguible a la arquitectura moderna brasileña.
Mi propuesta es materializar lo anteriormente dicho a través de un conjunto de modelos arquitectónicos ficticios basados en las distintas construcciones domésticas que encontré durante mi viaje. Adicionalmente, creo un muro que simula las celosías en concreto para recrear una frase inscrita en la fachada de una casa ubicada a las afueras de Rio –inicialmente encontrada por dos teóricos de la arquitectura de autoconstrucción en el área suburbana de Rio: Dinah Guimaraens y Lauro Cavalcanti–: A felicidade mora aqui às vezes.