La ciudad de Tunja se caracteriza por conservar muchas de las pinturas murales que datan del período de la colonia. Lo que es visible de éstos murales es solo una de las múltiples capas de varios trabajos murales que existen previos –una especie de palimpsesto. Para un restaurador, revelar una capa implica destruir la de encima.

Hoy en día, la mayoría de estos murales, se encuentran en espacios privados y rara los habitantes de esta ciudad tienen acceso a ellos.

Para el proyecto Intramural, hicimos dos proyectos. Partimos del carácter privado de estos murales y tomamos un detalle del mural del techo del convento de San Agustín, lo reproducimos con el fin de insertarlo en los muros de las calles de la ciudad y revelar a los transeúntes detalles de los murales privados. El segundo proyecto parte de la existencia de las múltiples capas de proyectos murales. Dentro del espacio de exposición, pintamos el patrón (convento de San Agustín), con pintura blanca sobre las paredes blancas—aparentemente imperceptible a los ojos del espectador—que sólo percibe éstas pinturas al observar cuidadosamente la pared y bajo ciertas condiciones de luz.